Escribe: Julio César Nieto
Tras la reactivación económica y la crisis del coronavirus crecieron las expectativas de inflación en EEUU. Lo actuado en los últimos meses equivale a cinco años de la crisis anterior.
De acuerdo a las estadísticas oficiales del país del norte, en el último siglo, el dólar ha perdido más del 95% de su valor.
Semanas atrás, el economista Miguel Boggiano mencionaba que la tasa que mide el rendimiento de los bonos a 10 años en EEUU pegaba un fuerte salto, superando el 1%.
Y es que Wall Street espera un fuerte aumento en la inflación para los próximos años en EEUU.
Algunos datos que preocupan…
Se sabe que con la llegada de Joe Biden habrá cambios. En su discurso en el Capitolio, su idea de aumento de Gasto Público puso en alerta a más de uno, ya que los paquetes de estímulos fiscales serán mayores que los de 2020.
Pero a este gran problema, también se le suma el brutal déficit fiscal, que explotó con la crisis del COVID-19, por lo que se va a necesitar emitir enormes cantidades de deuda para financiar dicho gasto.
Según la última medición, el déficit fiscal está en 3,3 billones de dólares (trillions para los estadounidenses).
Y, como si fuera poco, la deuda del Gobierno Federal explotó por el aire:
En cuanto a la emisión, y como mencionábamos anteriormente, la FED (Reserva Federal de EEUU) reconoció que tuvo que imprimir para poder hacer frente a toda esta situación:
Una advertencia…
Cómo si esto fuera poco, durante la semana, desde su cuenta de la red social Twitter, el inversor de la película “La gran apuesta”, Michael Burry, avisó del posible riesgo de hiperinflación como sucedió en la República de Weimar, sino se ponían cartas en el asunto.
El aviso del gestor americano, no pasó desapercibido, ya que semanas atrás también anticipó lo sucedido con Reddit y el caso GameStop.
Burry se centra en las consecuencias inflacionistas que tendrá en la economía el haber inyectado cantidades enormes de liquidez.
En su opinión: “la política monetaria que se ha implementado en Estados Unidos durante la última década va a tener graves consecuencias, que se asemejan a las que sufrieron los alemanes en el periodo de entreguerras, durante la República de Weimar, cuando, entre 1921 y 1923, el dinero se depreció de forma que el coste de las vida llegó a multiplicarse por varios millones”.
Lo cierto, salvando las distancias, que no sólo nuestro país atraviesa un problema inflacionario. El país norteamericano, deberá enfrentar un flagelo que conoce poco y será el principal desafío para la nueva etapa demócrata.
Se vienen tiempos difíciles para los EEUU. Y las consecuencias podrían impactar una vez más en una nueva crisis internacional.


