Escribe: Raquel Baratelli
Mirá, viejo, nadie se salva. A estas alturas de la bendita pandemia estamos todos en el horno,Hasta Trump usa barbijo. Si querés buscar culpables, buscalos; querés hacer marchas en la calle,hacelas; querés protestar por las actividades no permitidas, protestá, gritá, pataleá, dale, perohacelo con barbijo, respetando la distancia y con alcohol en gel a mano. Si estás agobiado, desorientado, decepcionado, y necesitas una ayudita llamá al Chapulín Colorado, frotá una lámpara a ver si te sale el genio de los deseos o buscate un mago y si algo de eso te da resultado avisá. Pero no te mandes una festichola de 40 personas para que te consuelen, no te vayas a un país hermano, ni en avioneta; ni se te ocurra saltar a otra provincia a darle un beso a tu vieja, ni vuelvas a tus pagos porque te vino la nostalgia, mejor ármate un zoom. Si estás enojado, aburrido, harto, buscale la vuelta, descargá energía limpiando, haciendo gimnasia en tu casa, lee, mirá tele, jugá, cantá… Si te quedaste sin laburo o te fundiste, andá a cantarle a Gardel o a llorar al campito.
Ante la ausencia de soluciones mágicas y hasta que llegue la vacuna, no hay tu tía, hay que aceptar que estamos bien jodidos. La cuarentena y los protocolos, por exagerados que te parezcan, noson caprichos de unos tipos que te quieren joder la vida, tampoco son para que los cumpla sólo la gilada. Qué parte de “cuídate”, “cuidame”,” estamos todos en la misma”, no entendés. Dicen que en los malos momentos surgen las grandes ideas, entonces, será este el momento de sacudir la cabeza para que caiga alguna; habrá que revolver teorías, cortar y pegar un poco de acá y de allá, para reinventarse. Parece que falta un rato, todavía, el mundo pos pandemia está verde, aprovechá este tiempo para rebuscar una salida, cambia queja por idea, si ya estamos en el horno, viejo, de qué sirve echarle más leña al fuego.
