Escribe: Cristina Pablos.
Ningún gobierno, contrariando promesas, humilló y estafó tanto a los jubilados como este; perdieron el 15% del poder adquisitivo el último año. Los negocios no solo están sin precios sino sin mercaderías. En algunos supermercados hay carteles que dicen: “el precio de góndola NO es el precio de caja”. Las Pymes no saben si pagar a los empleados o pagar los impuestos. Para Massa la culpa sigue siendo del otro: Macri., ahora agregó a Guzmán. Llovió en Bs. As. y se inundaron La Plata (por 2da vez), varias zonas del conurbano y también partes de CABA. 70% del conurbano no tiene cloacas. Hay dos homicidios por día en la provincia de BS. As. pero Baradel- que no se preocupa porque se cae el techo de una universidad en el AMBA y se inundan los colegios – hace campaña por Kicillof, considerándolo el mejor gobernador que tuvo la provincia.
La inflación, en 4 años, alcanzó el 565%. Mueren 3000 personas asesinadas, por año, en el país: 4 guerras de Malvinas. Hay 48% de pobres y 4 millones de indigentes (14 canchas de River). El papel higiénico -solo por poner un ejemplo- aumentó 45% después de las PASO. La canasta básica alimentaria subió 7,1% con un salario promedio de $ 230.000.
El presidente-holograma gastará fortunas en su gira de despedida. El PAPA Francisco le dio un cargo a Zaffaroni en el Vaticano hasta 2028. Hay 428.000 empleados públicos nacionales y se agregaron 300 a planta permanente en el INCA. Argentina es el extraño caso donde un sueldo no alcanza para vivir pero un Plan alcanza para no trabajar.
Aún con todas estas contradicciones somos muy raros los argentinos. Por mucho menos se hacían cacerolazos, banderazos, ya no hay más huelgas aunque tengamos el salario más bajo de los últimos 20 años. Ya no hay más Mirthas Tundis que lloren en televisión “por sus pobres jubilados”. Ya no se tiran más piedras contra el Congreso aunque los jubilados hayan perdido el 13% contra la inflación. Silencio total y cero marchas a huelgas de la CGT o de la CTA, ni docentes, aunque a la educación le hayan recortado el presupuesto.
¿Dónde están los tira piedras y el gordo del mortero? ¿Dónde están los actores e intelectuales que, en el Obelisco, gritaban “la Patria está en peligro”? ¿Ahora no está en peligro? Da asco tanto hipocresía y cinismo.
¡La pucha, que somos raros los argentinos!


