117167076_144935577275850_4334703106575759903_o
Imagen de Miguel Andreis

Miguel Andreis

¡¡Si esto no es Cinismo, el cinismo dónde está!!

No sin sorpresa, encuentro este domingo en los diarios de la ciudad, una página completa de publicidad, bajo el título de “La Salud es prioridad”. Auspiciado por la Municipalidad de Villa María. Donde entre otras frases aparece, el “Seguimos avanzando y construyendo el futuro”

Sinceramente, lo que más me cuesta superar es el nivel de cinismo que se observa en no pocos sectores de los que gobiernan. En todos los niveles. Claro que esto rompía todos mis esquemas de tolerancia. La desvergüenza y el cinismo suele ser un cóctel de impredecibles consecuencias. O no se dan cuenta o de verdad creen que los ciudadanos somos unos bobos que votamos porque ellos son los iluminados convertidos en héroes. Que los elegimos y les damos un cheque en blanco para que nos compren las ilusiones de un país distinto, sabiendo que dicho cheque carece de fondos.
Abajo, como un clan de próceres impolutos, firman, en una página que, al ser de la Municipalidad de Villa María, lasa pagamos todos: Martín Gill y Pablo Rosso. Esta, la nuestra, debe ser una de las pocas ciudades del mundo que tiene dos intendentes o en todo caso ninguno. Allí, en tal escrito, aparecen algunas de las promesas que bajan del Ministerio de Obras Públicas de la Nación, proposiciones de obras que, primero tenemos que verlas. En todo caso suenan más a “ya nos estamos preparando para las próximas elecciones que misiones que irían a poner en marcha. Seguramente el “Niño”, quiere sacarse de encima el barro que supo cosechar en estos últimos meses. Quizás que no le sea fácil. Tampoco hay que creer que tiene terminada su carrera política. En Argentina, aunque nos duela, a la hora de las urnas, con una canasta cargada de sándwiches de mortadela, se puede lograr los objetivos más perversos. Por ejemplo, que se lo vuelva a elegir. No va a ser tan lineal, peroooo… Justo Gill viene a publicitar que “La Salud es prioridad”. De su terrible metida de pata, no pasaron tres semanas y tirarnos con ese concepto, es decirnos, “Ustedes, (léase pueblo) se van al carajo”. “Me importan un corno”. “Dentro de un año no se acuerda nadie”. Y capaz que, para una gran parte de la ciudadanía, sea así.


Dale nomás, dale que va…
Hay que ser muy cínicos para sacar una publicidad con el contenido expuesto. Gill y Rosso, ustedes sobrepasan todos los límites de la sensatez y se sumergen en el cinismo y la irrespetuosidad del poder, al ciudadano. Esto es IMPUNIDAD. Y adjetiven todo lo que quieran. Impunidad y cinismo. Vayan sabiendo que todo estado de sumisión tiene un límite. No nos sigan provocando. Podemos ser muy bol…, claro, pero hasta los más bol… tienen límites. Por ahora nos seguirán manteniéndonos encerrados; amenazándonos, quitándolos los más elementales derechos constitucionales. Ustedes continuarán gozando de la impunidad, sigan por el camino de la impudencia y el descaro. Son insolentes, pero nunca olviden, como decía el Martín Fierro, que no hay plazo que no se cumpla ni tiento que no se corte…” Cualquiera diría que la industria del caradurismo en Villa María, no para de producir.

Compartí este articulo