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Miguel Andreis

¿Por qué no se terminó la obra del Túnel de los Hermanos Seco?

¿Habrá algo en la historia que desconocemos?

Escribe: Miguel Andreis.

Por estos días finalizó su segundo mandato Martín Gill. Entre las múltiples obras que quedaron inconclusas y números que no se transparentan, según el nuevo intendente Eduardo Accastello, hay una construcción, por la implicancia icónica que ha reflejado a más de un siglo de su construcción que no deja de llamar la atención.

Nos referimos al Túnel de los Hermanos Seco. Cualquiera podría presumir que se trató de falta de dinero. De partida para la construcción, pero si observamos que lo que quedó en camino es una refacción, literalmente de bajo monto. Más aún, no faltaron los habitantes del municipio que el dinero llegó, por lo menos en dos oportunidades.

Lo que se iba a reconstruir de este edificio eran apenas una corta distancia, de los 82 metros originales. ¿Por qué se dejó todo en el abandono?

Hace muchos años atrás, don Victoriano Godoy, uno de los últimos bastiones de la prensa local con su periódico “La Opinión”, en una de las invitaciones gastronómicas trimestrales que juntaba a un grupo de periodistas en su casa, donde concurríamos 8 o 10 afortunados que disfrutábamos de sus historias, siempre dichas alocuciones tenían, ya sea por sus conocimientos de la Villa María del ayer o su entretenida narrativa, un auditorio expectante. Mucho de lo que describía formaba parte de los secretos nunca publicados de las prominentes figuras locales o anécdotas cuasi ficcionales.

Creo que el origen de la disputa entre los presentes fue por un tema específico que se reflota por estos días, donde sin dudas quien más se destacaba era el investigador, periodista e historiador “Dino”, es decir Bernardino Calvo, en ese marco apareció la controversia de cuándo se había construido el “Túnel” que iba desde la avenida Paraguay, hoy Amadeo Sabattini, y Córdoba (actual Hipólito Yrigoyen), ya que desde la San Juan a la Entre Ríos no existía otro paso.

Los distintos intendentes y concejales comenzaron a solicitarle a la empresa FC Argentino y al gobierno nacional soluciones concretas. Las primeras misivas con promesas de darle una solución que llegaba desde la Casa de Gobierno datan de 1897, acompañado de firmas del Congreso.

Se mandó a alambrar desde la calle San Juan hasta la Plaza del Este, Independencia hoy. Obvio que, al observar la respuesta del presidente de la Nación, se opusieron a tal construcción. También participa del debate la Provincia.

Las exigencias de los villamarienses era la imposición de las rejas, pero el túnel con mayor prioridad.  Algo que se formalizó años después.

Las relaciones entre comuna y gobierno dejaron todo tipo de cordialidad de lado. Desde el Ferrocarril le ofrecen el levantamiento de un puente para unir la ciudad. Hubo serias dificultades y las mismas derivaron en el concebir un túnel. Será el 30 de octubre de 1901, cuando el Intendente Felipe Poretti, le impone al titular del Concejo Deliberante Ángel Ceballos que llegaría el material para oficiar el paso.

“Según el libro de Bernardino Calvo “Historia de Villa María y sus barrios” en la pág. 72, indica que “El Túnel, construido en lugar del puente proyectado con una sola entrada, tuvo accesos a las avenidas Córdoba y Paraguay, con un recorrido de 82 metros, 0,80 cms, con 2,50 metros de alto por 2 metros de ancho y bocas de accesos a la estación ferroviaria desde su interior, evitándose como se quería, el peligroso tránsito peatonal por el sector”.

Será por abril de 1904 cuando aparece la primera referencia documental del mismo, en cuanto a su construcción en lugar del puente.

Será el intendente De La Colina que reclama nuevamente a la empresa ferroviaria, le advierte sobre el abandono del servicio de alumbrado. Cruzar de noche era altamente temerario, a punto tal que en el mismo escrito Calvo describe (año 1906) “Que se prohíbe a los mendigos pedir limosna a la entrada o salida del paso subterráneo, salvo los días sábados y feriados”.

Una acotación de Victoriano Godoy, abrió un panorama de interrogantes. ¿Los domingos no podían estar los pordioseros allí ya que la gente que iba a misa, una gran parte tenía que pasar por allí?

La luz eléctrica en este conducto se inauguró el 20 de julio de 1923. Con el paso del tiempo, muchos años, se lo denominó “Túnel de los Hermanos Seco”.

Los Seco, inquietos empresarios fueron unos de los fundadores de la Cámara Cerealera de Rosario

Para no pocos ciudadanos en la actualidad es escaso lo que se conoce sobre esta emblemática familia, pioneros, innovadores, extremadamente comprometidos políticos y socialmente.

Radicales inclaudicables provenientes de Santa Fe, pero, además, altamente referenciales de la “Masonería”. Llegarían a Villa María en los primeros años del siglo XIX. 

Rosalía, Francisco, Ramona Tomasa, José Benito, Concepción, Enrique; Juan, Emilio, Manuela, Bernardo, nacido en Uruguay, María Benita, Jesusa y Benjamín.

Su historial de militancia, además de subrayar su honestidad y convicciones, daban cuenta de sus notorias confrontaciones, también en Villa María, con la Iglesia, más específicamente con un sector de la curia.

Por 1904, Francisco Seco ya había sido electo presidente del Concejo Deliberante. Cargo que ocupó en reiteradas oportunidades.

Debajo del “Puente Negro”, a los tiros con los militares

Uno de los recuerdos más vivos y aventureros de los hermanos en cuestión, fue cuando en 1930, el General Uriburu derroca al gobierno de Hipólito Yrigoyen. Desde Buenos Aires envían un tren cargado con oficiales y soldados con el fin de tomar la Ciudad de Córdoba.

Conociendo estos movimientos serán los masones, en su mayoría radicales y socialistas, quienes esperan parapetados con fusiles en la parte de abajo de lo que se denominó puente negro, que primero ingresaba por Villa Nueva.

Apenas la máquina y su carga bélica fue cruzando el por entonces ancho y correntoso Ctalamochita, se empezaron a oír los disparos.

El combate se prolongó por varias horas, siendo los primeros en ponerse al frente del terreno de combate, precisamente los Seco. Al no poder vencer la resistencia de los civiles, los militares esperaron órdenes para emprender la retirada.

La máquina debió comenzar la marcha atrás y buscar nuevas vías. Abajo del citado puente se levantó un monolito en forma de pirámide con placas alusivas a aquella defensa cívica luchando contra la destitución de un gobierno constitucional.

Las mismas con el pasar del tiempo y la indolencia de los que siempre se mueven en las sombras, tales reconocimientos fueron retiradas o robadas.

El Opus Dei en Villa María y los factores de poder

Contó Godoy que, por entonces en Villa María había un importante número de seguidores del sacerdote Escriba de Balaguer, el fundador del Opus Dei, uno de los sectores más ultras de la Iglesia Católica, que comenzaron a observar a los Hermanos Seco como un real y peligroso enemigo dado su incondicional compromiso y convicciones con la Masonería que, ciertamente, no tenían las mejores relaciones con la mismísima Iglesia.

Lo que no se supo

Si la imposible reconstrucción en la terminación del túnel tiene alguna coexistencia con aquello sucedido hace más de un siglo largo, no lo sabemos. Sí, por momentos en nuestra villa, aún de la propia Iglesia se aludía que el exintendente Martín Gill, habría sido un militante del Opus.

Eso nunca se conoció oficialmente y tampoco se podría, seriamente, indicar que, por allí, transcurrió la desatención de un espacio que lleva un apellido emblemático para Villa María.

Una lástima, es de esperar que dicha obra se culmine en la actual gestión… Los Hermanos Seco lo merecen. La ciudad también.

Que Victoriano Godoy conocía el paño de los claros oscuros de los intereses de la ciudad, los conocía como pocos…  

Gracias por las fotos Julio Benítez.

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