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Miguel Andreis

Para que el estacionamiento medido no termine siendo un negocio para los amigos.

Hoy la ciudad está atravesando por enormes dificultades por las restricciones impuestas por la pandemia; con una crisis económica que afecta amplios sectores de la comunidad, no siendo ajeno el casco centrico la ciudad. Imponer éste tipo de medidas en la ciudad con fines recaudatorios, demuestra la falta de sentido común y de oportunidad, de quienes tienen la responsabilidad de dirigir los destinos los villamarienses. 

  Es increíble que se tenga que escuchar hablar del regreso del Estacionamiento Medido, en plena crisis Económica y Pandémica. Evitando así cualquier debate serio y abarcativo de la necesidad y del marco. Apelando a la fuerza de la imposición, para dar lugar a supuesto kioscos de los amigos.

  Lo mas irritante es que lo presentan como un servicio, el cual verdaderamente NO Existe, debido a que se paga por estacionar el automóvil en un lugar público; una tasa sin que haya una contraprestación a beneficio del ciudadano. 

  Esto es una muestra de la necesidad recaudatoria de la caja municipal, a razón de la impericia administrativa con que se ha manejado ésta ya fatigada administración, donde los controles brillan por su ausencia; basta como ejemplo la falta de puesta de funcionamiento del Ente de Control de Servicios Públicos Municipales. 

  Hoy se pagan las tarjetitas azules, sin claridad adonde se dirigen esos fondos, sin saber de los controles, ni como funciona y con la amenaza de aplicación de multas por una prestación de servicios que durante tanto años fue muy cuestionada por la comunidad. 

  En un matutino local del Viernes 28 de Agosto, el Ejecutivo anuncia que habrá una aplicación para la telefonía Móvil, donde la UTN, estaría involucrada. O sea, sobre llovido mojado, no fue suficiente el cuestionamiento a Federación Mercantil y sus dirigentes allegados al poder, y en esta oportunidad, quien está a cargo del municipio esta altamente ligado a la institución educativa, lo que demostraría a las claras una incompatibilidad o vinculaciones cuestionables.

  Sería bueno poder conocer hoy como se dió la desvinculación con el concesionario anterior, como por ejemplo el resultado de las auditorias. Lo que si está claro es que los contribuyentes de Villa María, se tuvieron que hacer cargo de sus trabajadores; además, de padecer durante años de las deficiencias del sistema. Para que no se vuelva a convertir en un kiosko más de los amigos del poder, todo proyecto se deberá discutir en el marco de un política integral de transito de la ciudad, que aborde la problemática y las soluciones necesarias, acorde a una ciudad que debe ser pensada para las proximas generaciones. 

Comisión de Ambiente y Servicios Públicos 

UCR – Villa María

Marcelo Barotto

Presidente

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