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Miguel Andreis

¿No se olvidó de algo señor Presidente?

20 de noviembre: Extraño día: marchas, anuncios y promesas incumplidas…

Escribe: Miguel Andreis.

Una lucha de contrincantes desiguales

Una señora entrada en edad, notoriamente molesta, esta mañana en una farmacia, devolvía un pomo de pasta dental porque le querían cobrar 9 mil pesos. Pensé que se trataba de alguna marca especial con fines terapéuticos. Luego recorrí la estantería y, si bien había más económicas, las cifras sonaban a impensadas.

En mi cabeza daba vueltas sobre lo que ocurriría con la marcha de movimientos sociales y de la izquierda en Buenos Aires por la tarde. Es tanta la dependencia que tenemos con el porteñismo que hasta estamos, siempre preocupados, queriendo saber qué calles cortan o por dónde se puede circular.

Por una parte, el gobierno desgranó toda su artillería comunicacional como para amedrentar a aquellos que se quisieran sumar a la movilización. Las alertas fueron exponenciales, especialmente para aquellos que cobran los planes o asignaciones. Temieron. También rápidamente se conoció que todo el peso del reclutamiento de marginados recaería en el dirigente de Polo Obrero Eduardo Belliboni y un grupo acotado de la Izquierda.

Sería un día crucial para el país y, especialmente para el futuro del presidente Javier Milei. También para Patricia Bullrich. Ni la CGT, ni la CTA, ni el Grupo Evita y varios etcéteras más prefirieron no subir al ring. Era más cómodo observarlo por la pantalla. Al fin y al cabo, lo hicieron Milei y Bullrich desde la sede de la Policía Federal. Aproximadamente marcharon unas 6 mil personas.  Quizás un poco más, no cambia demasiado. Las fuerzas de seguridad totalmente relajadas recorrían la cuadricula son suma tranquilidad. Nada las ponía en peligro. Por su parte Axel Kicilloff dijo que las fuerzas armadas suyas no saldrían a reprimir. 

Mucha gente, aunque muy alejada de aquel territorio festejaron lo que se tomó como un triunfó del actual gobierno. Creyeron y tal vez así sea, que se acababan los patrones de las calles. Como si se tratase del fin de una metodología que CFK, vaya el tiempo, cuestionó en un discurso por el año 2014 y luego se olvidó, o hasta acompañó a los movilizados. Aquel alegato compartido por millones, hoy día se viralizó.

Sería lo que podemos definir, (como me murmura mi amigo Paco), parte del realismo mágico al palo… en definitiva nadie resiste un archivo. O no doña Cristina.

La visión de unos y otros

Lo importante pasó a ser el discurso del presidente y toda una larga lista de DNU (Decretos de Necesidad y Urgencia) que pasarían por la noche. No dejaba charcos sin pisar y, salpicar a propios y extraños. Millones de argentinos esperamos no sin ansiedad lo que anunciaría. Tal vez el futuro de Argentina y sus costos, pase por sus proclamas.

En primera instancia muchos de las notificaciones cayeron bien o muy bien a algunos y, como hay pocas grietas, totalmente opuesto a tantos otros. Posiblemente sean necesarios, casi imprescindibles, pero las consecuencias que se observan en la vidriera no parecen menores. A punto tal y vaya con las sorpresas, ollas, cucharones, tarros que hacían cuatro años que estaban guardados, fueron usados nuevamente en barrios como el Palermo y otros de características socio económicas similares. ¿Los hacían sonar como un son de acompañamientos a los anuncios o de repudio? Hasta el momento de escribir estas líneas no lo pude descifrar ya que dos personas entrevistadas por la televisión hablaban de razones contrapuestas. Es lo que somos como país.

Sigue la casta política durmiendo la siesta… la empresarial agradecida

A simple razonamiento algunas proclamas parecerían acertadas y otras disparatadas. Lo real que a las pocas horas se fueron formalizado las reuniones en sectores gremiales, sindicales y representaciones empresariales, cada quién con su norte. Eran llamados urgentes. El presidente no había hecho otra cosa que llevar adelante contextos de los prometidos. Y olvidos también.  

Claro, que cuando sus seguidores te enrostran que ellos pusieron un 56% en las urnas, se olvidan que el ballotage fue una “opción” no una elección. No se puede obviar que se trata de un gobierno legal y legítimo desde lo democrático, pero lo legal y legítimo no es imperecedero ni absoluto.

En el medio millones de connacionales nos quedamos esperando, al menos, un cross a la “casta”. Nada de nada.  O un directo a aquellos sectores que en estos tiempos y bajo la mayor impunidad, están acumulando divisas de manera portentosa y obscena: los bancos, el sistema financiero, las petroleras – en un soplido aumentaron el 80% los combustibles-; las compañías energéticas; la industria farmacéutica, los hacedores de los productos alimenticios, solo por citar algunas: Bunge, Dreyfus; Molinos, don Roberto Urquía; ya no sabrán en qué parte del mundo amontonar los verdes que se llevan del país. La casta, sí la casta ahí sigue jugando a la escondidas con el poder.

Vale preguntarse ¿En qué curva perdieron las denuncias que iban a hacer? Con los responsables que detonan el país desde hace décadas.  Argentina no está como está porque hayamos perdido una guerra, o un cataclismo. Existimos así porque uno y otro gobernante por años fueron ineptos y en su mayoría delincuentes. Corruptos. ¿Nadie piensa en llevarlos a la Justicia?  O los necesitan para que voten lo que no puede pasar la barrera de los DNU.

Sería estupendo, prodigioso que al presidente y al país le vaya bien. Que se logre un estado equilibrado. Hasta el momento es la clase trabajadora y la clase media la que recibe los golpes. Si es por los bolsillos diría que estamos cerca, pero muy cerca del nocaut. Nadie le dijo al poder actuante algo mínimo, elemental, casi visceral, todos estos cambios pueden ser buenos o no, pero no se olviden de ponerle algo de dinero en los bolsillos de la gente, del laburante, del jubilado…

Eso, señor presidente, es una omisión, burla o negligencia que siempre sale caro. Usted decida el camino que quiera tomar… El aturdimiento lleva a olvidar lo legitimo y legal. Piense en algo muy simple, lo difícil que es vivir sin pasta dental…

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