Sr. Director:
El pasado 09 de noviembre alrededor de las nueve de la mañana, padecimos con mi familia uno de los varios allanamientos dispuestos por la secretaría de la policía ambiental en busca de animales.
¿Ha sufrido alguna vez un allanamiento? Nosotros hasta ese momento, nunca. No somos delincuentes, sino meros trabajadores que intentamos llegar a fin de mes en este triste país quebrado. Lo terrible, fue la situación sumamente tensa y arbitraria que nos hicieron vivir. Y la pregunta que me hago es ¿por qué?
Al abrir la puerta de mi domicilio, me encontré con la prepotencia de ocho policías o más, que me encararon con un papel intentando entrar abruptamente a mi casa. La situación fue para nosotros sumamente tensa, desopilante, absurda y hasta peligrosa: ¡Por el aspecto de algunos de esos sujetos creíamos que estaban intentando entrar a robarnos disfrazados! De hecho, uno de ellos tenía una barba hasta el pecho, anteojos y gorra; francamente, parecía más un croto que un policía. Tampoco había ningún tipo de identificación ligada a ambiente en los autos en los que se desplazaban. Fue tal el desconcierto y la intranquilidad que nos produjeron, que nos acercamos más tarde a tribunales a chequear si se trataba de una accionar realmente ordenado desde allí. Efectivamente, fue un allanamiento expedido por la jueza Dottori María Soledad y la secretaria Bozio Marta Leonor.
Obviamente el resultado fue negativo, ya que nunca enjaulamos pajaritos ni nada por el estilo. Es más, la única fauna que habita en mi domicilio son dos perras callejeras que adoptamos, amamos y cuidamos.
Ahora bien, aún veinticuatro horas más tarde, me sigo preguntando por qué decidieron allanar mi casa. Por supuesto, hasta el momento no ha habido explicación ni disculpa alguna por la espantosa situación
que nos hicieron padecer.
Gracias a una publicación reciente de un medio digital, me desayuno con que se trató de un megaoperativo de rescate dispuesto por un sr. Adrían Rinaudo, secretario de policía ambiental, etc. etc. Qué bien. Me alegro por los pajaritos. Ahora… ¿Hacía falta semejante alaraca policial? Soy docente, soy hipertensa. Tuve que tomar medicación después de su mega, archi, hiperpropagandísitico operativo. No estoy acostumbrada a los allanamientos, soy una persona honesta y trabajadora. No tengo nada que ocultar. ¿Quién se hace cargo del pico de tensión que gratuitamente me generaron? ¿Rinaudo?, ¿el poder judicial?, ambos?
Me imagino que después de los pajaritos rescatados, se ocuparán con idéntica eficiencia el sr. Rinaudo, la secretaria Bozio y la sra. jueza Dottori de los peces que aparecen cada tanto muertos en el río Talamuchita y de los desechos que vierten allí las industrias locales; de los pozos de agua que planea la intendencia y sus posibles consecuencias en las napas; de los componentes del agua que tomamos los villamarienses; de los agroquímicos utilizados en quintas y campos aledaños a la ciudad; del impacto ambiental que genera el parque industrial, etc.
Supongo, que se seguirán sucediendo operativos ambientalistas eficaces como éste, el de los pájaros, y quiero creer que tampoco les temblará el pulso para ordenar allanamientos a empresas y a sres. de renombre ligados al poder.
Cecilia Reyna – DNI 23181420




