“La ira es un ácido que puede hacer más daño al recipiente en el que se almacena que a cualquier cosa en la que se vierte”. Mark Twain
Escribe: Cristina Pablos.
La semana pasada los jueces intervinientes dictaron la sentencia en el juicio por la corrupción en la obra de Vialidad. A L. Báez le dieron 6 años de prisión y costas. A J. López le dictaminaron lo mismo. A CFK le dictaron 6 años de prisión (el máximo de pena en este tipo de delito) más la inhabilitación para ocupar cualquier cargo público, más costas y la devolución de $84.835 millones actualizados al momento de quedar firme la sentencia (pasarán años). Se la absolvió en la acusación por asociación ilícita, por lo cual, el fiscal Luciani apelará. Los fundamentos del fallo se darán a conocer en marzo de 2023. Tres de los 23 imputados fueron absueltos. La reacción de CFK, esperable, fue delirante. No escatimó en epítetos y en victimizarse, como es costumbre. Fue dueña de un discurso errático, que mezclaba detalles de hechos sucedidos hace 9 meses, tratando de arrastrar a otros en su caída. No tuvo en cuenta que estos fiscales y jueces fueron nombrados bajo su gobierno.
En palabras, rostro y gestos que mostraban a una persona desquiciada, fuera de su eje, mandó al frente a su difunto esposo y a sus exjefes de gabinete (Massa y A. Fernández). Entre otras, profirió estas expresiones: “Es una condena que tiene como origen el lawfare del Partido Judicial”. Los trató de “Estado paralelo y mafia judicial” y “La condena fue un regalo para Clarín”¿? Enfatizó (algo que no le creo) que “no será candidata a nada”.
Seguramente se olvidó que, siendo diputada por Santa Cruz, en octubre de 1993, en el Congreso, declaró que “cuando un funcionario público es procesado hay que pedirle la renuncia”. Néstor Kirchner, en un almuerzo con Mirtha Legrand dijo que “la corrupción es traición a la Patria”. Se ve que estas declaraciones no los comprenden a ellos. En vez de pedirle la renuncia, Alberto Fernández dijo: “Hoy en Argentina se condenó a una inocente”. Muy mala memoria y falta de coherencia con sus mismas palabras por todo lo que declamaba antes de ser elegido candidato ¡Cómo nos cambia el poder, presi! Hasta nos hace perder la memoria. Estela de Carlotto tildó a los jueces de “criminales” ¡epa! Un grupo de actores y otro de sicólogos, arrogándose la representación de la mayoría, dieron a conocer un comunicado solidarizándose con la señora. Rápidamente tanto sicólogos como actores no kirchneristas salieron a despegarse de los obsecuentes.
Ahora dicen que CFK tiene Covid ¿Será cierto? Porque hasta con esto son capaces de especular.


