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Miguel Andreis

La justicia se puso los pantalones largos.

Escribe: Cristina Pablos.

Con valentía, contundencia y 3 toneladas de pruebas, los fiscales Luciani y Mola, denunciaron a CFK y a algunos de sus funcionarios más cercanos, de haber constituido, durante 12 años de gobierno kirchnerista, “la corrupción más grande de los últimos 40 años”. Luciani dijo que “el gobierno dispuso de cuantiosos fondos públicos en beneficio propio”, “nos encontramos ante un crimen de extrema gravedad”; “se promovió el interés personal sobre el público”; “se desactivaron todos los mecanismos de control”. Fue de 1.000 millones de dólares el robo que CFK , jefa de una asociación ilícita, perpetuó contra los argentinos. “Un atentado contra el sistema republicano y la democracia”; “la corrupción implica la violación de los DDHH de los más humildes” dijo el fiscal Luciani. Pidió 12 años de condena para CFK y Lázaro Báez, les solicitó a los jueces “una sentencia justa” y la inhabilitación para ocupar cargos públicos de por vida, además de la incautación de todos sus bienes. Hasta aquí la Justicia se reivindicó con la sociedad. Veremos si los jueces siguen con los pantalones largos o vuelven a los shorts.

En respuesta a este pedido del fiscal CFK hizo lo que mejor le sale: victimizarse y, en una especie de cadena nacional, desde el Senado, no hizo ninguna defensa de todos los cargos que se le imputan pero sí trató de confundir y de embarrar la cancha, como era de esperar. Culpar a Macri de todos sus males. Demostró, capaz que sin darse cuenta, que en su gobierno se espiaba a los políticos propios y opositores y se hacían “carpetazos”. Tal vez haya que investigar otras actuaciones pero “HOY” es CFK la que está siendo juzgada.

Los seguidores de CFK azuzados por sus hijo y otros fanáticos, están proponiendo romper la paz social. Los ciudadanos pacíficos tenemos que ser solo espectadores, no engancharnos en el juego de ellos y que se pudra todo.

Para colmo, Alberto Fernández no ayudó nada al decir, en TN, “ojalá que Luciani no se suicide, como Nisman”. Cuidado ¿presi? Las palabras tienen entidad propia, una vez dichas echan a correr y no hay vuelta atrás. ¿Qué se puede esperar de un converso? ¡Tanto le pide la jefa!¡Ay, Alberto! Para remediar este metida de pata lo mandaron a vacacionar a Ushuaia, con su querida Fabiola.

Mientras todos estamos atónitos ante las expresiones de los K , el querubín, Sergio Massa, se está mandando ¡flor de ajuste! Ya lleva un recorte de $210 mil millones, repartidos así: $50.000 millones en Educación, $10.000 millones en Salud, $50.000 millones en el Plan Procrear, $70.000 millones en Desarrollo Productivo, $15.000 en programas de Jardines Maternales, etc. No recortó ni en el Ministerio de la Mujer ni en el INADI.

Argentinos responsables, esperemos que las ordas kirchneristas se calmen, seamos sólo espectadores.

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