Escribe: Cristina Pablos.
Dentro de todos los sistemas gubernamentales que existen (autocracia, teocracia, etc) la democracia, si bien no es perfecta, es el mejor régimen bajo el cual el ciudadano puede vivir gozando de libertad. Libertad para opinar, de pensamiento, de trabajar. Hace 40 años que hemos recuperado la democracia como forma de gobierno, con todas sus imperfecciones. Nuestra obligación es cuidarla. La mejor manera de cuidarla es ejerciendo nuestros derechos como ciudadanos; uno de ellos es el voto. Votar es un derecho que abre la posibilidad de poner en debate modelos, acciones, formas y proyectos. No podemos dar por hecha la democracia sin ejercer el derecho de ir a votar. Votar significa alzar nuestra voz, que necesita ser oída.
Sé que desanima la campaña tan sucia que se está llevando a cabo hasta entre los candidatos de un mismo espacio político. Una campaña berreta, descalificadora que lleva a pensar si, después de ls PASO, van a poder trabajar juntos sin rencores. Esas desinteligencias y falta de tacto de los distintos candidatos lo único que logran es confundir a la gente que ya está harta de los políticos.
Pero, no hay otra opción más que el voto. Si queremos cambiar el rumbo de un país que va a la deriva, transitando la cornisa, debemos hacer el esfuerzo de hacer valer nuestra opinión. Y eso se hace participando. Generalmente, la ausencia a las urnas permite perpetuarse en el poder al oficialismo de turno que, en este caso es “PEOR, IMPOSIBLE”
