¿Por qué empresas villamarienses no pueden brindar sus servicios de TV, telefonía e Internet entre los cuatro bulevares?
Escribe: Miguel Andreis.
En la nota que nos antecede queda en claro el nivel de asimetrías y elementales faltas del sentido común de los gobernantes, que subsistimos los villamarienses. Los exponentes de la convocatoria, no solamente abordaron las nuevas tecnologías en TV, Telefonía e Internet que capitales VILLAMARIENSES ponían a disposición de la ciudadanía y especialmente de sus abonados, para ser más precisos, 15.000.
Llamativamente forman parte de éstos, aquellos que se cimientan en los barrios. Sin embargo, también se desnudó los criterios discriminativos y dudosos que se aplican desde las gestiones que habitan el ex Palace Hotel sobre puntos concretos.
Sucede que desde el 2015, el Intendente Eduardo Accastello en sus últimos meses de gestión, envió al Concejo Deliberante una Ordenanza que fue aprobada. La misma consistía y consiste aún hoy, en que solamente una empresa, que no es local como “Fibertel”, podía conectar dentro de los cuatro bulevares TV o Internet.
El argumento que se usó, es que el municipio promovía el cableado subterráneo para todo el territorio, gran parte de las 12 cuadras por 10 que abarcan los bulevares Sarmiento, España-Alvear; Vélez Sarsfield, Italia y Cárcano. Ese ducto nunca se finalizó, dejando en disparidad de condiciones, al corazón de la villa. En realidad, se hicieron ductos (caños transportadores de cables) en muy pocas cuadras de la zona central. Quedando el municipio, por demás alejado de dar respuestas sobre lo que les exigían a las otras empresas.
Lo cierto es que en la actualidad nos encontramos con una enorme cantidad de edificios de varios pisos y todo tipo en inmuebles, que han quedado atrapados por el servicio monopolio de una firma con capitales foráneos, que se llevan el 95% de lo recaudado en la ciudad. Lo que no es nada nuevo, pero si inmoral, arbitrario e injustificado, cuando cuenta con la protección del Estado.
Lo que puede venir
Suena extraño que hasta el momento esta exclusión y aislamiento no haya sido presentado en la Justicia, ya sea por los usuarios o las firmas perjudicadas. Tal vez, según fuentes de estas asociaciones, tal reclamo sea presentado en Tribunales en poco tiempo más. No son excepciones los vecinos que, habitando en la zona señalada, los cuatro bulevares, deban abonar una prestación (Televisión, telefonía e Internet) que aparece como notoriamente más costoso que lo local.
Es imposible no preguntarse qué pasa con el Ejecutivo que no revé tal posicionamiento u ordenanza, cosa que tampoco realiza el Concejo Deliberante. Los que estuvieron desde entonces o lo que están.
Algo que se observa como corriente
En no pocas oportunidades nos interrogamos cómo y a qué se debe que más de 1400 familias de nuestra ciudad, construyeron sus inmuebles -de manifiesto valor económico- en la vecina Villa Nueva -sin entrar en juicios de valores-, migración que no registra antecedentes en la historia de ambas villas. Esos tributos no ingresan en las arcas de la comuna Villamariense donde la mayoría envía sus hijos al colegio, tienen sus negocios, acuden a los profesionales de la salud o simplemente trabajan en este suelo hijo del riel.
Cuidar los intereses de la ciudadanía es responsabilidad de los gobernantes, al menos debería serlo. Aquí, en nuestra aldea esa premisa parece no ser tenida en cuenta. Ayer – y hoy también, en Villa Nueva ofrecen más loteos que nuestra urbe que es abiertamente más extensa-, alguien se preguntará qué tiene que ver una cosa con otra. Simple, todo está ligado al concepto del poder y de la identidad que se tenga con cada terruño.
Desde hace varios años, los villamarienses, al menos un sector, está conminado por ley, a pagar mucho más por un servicio que no es el que querrían, el único, cuya calidad no se pone en discusión, que otros productos generados con fondos de villamarienses y que, paradójicamente, se pueden extender a otros puntos del país, pero no se les permite brindar su tecnología a zonas puntuales y centrales de su propia ciudad.
Algo no cierra señor Intendente. Sentido común por favor …