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Miguel Andreis

¡¡Algunos títulos asustan!!

Si bien estos títulos de portadas o definiciones similares son, por el momento, encabezamientos de grandes medios bonaerenses, lo más factible es que este concepto se vaya transformando también, expresiones en el interior del país. El temor de una confrontación y, hasta el tambaleo del orden constitucional, ya está instalado en el pensamiento del colectivo social nacional.


Un polvorín
“El conurbano es un polvorín” sostienen los intendentes, entre ellos los llamados “barones”, duros referentes del peronismo, quienes tuvieron por años una potestad dictatorial sobre los ciudadanos que los mismos “caciqueaban”. Ellos, sí, ellos. Comienzan a asustarse. Temen que el COVID 19 desborde la contención en salud de la que hablan de antes mismo de la cuarentena. Desconfían que si el nivel de muertes se multiplica, aunque estemos muy lejos de lo que pudo haber ocurrido en Brasil, estalle el “Conurbano”. Una química muy compleja la que impusieron: encierro +desocupación + hambre + hacinamiento+ más olvido eterno y burla que baja desde el poder, se convierta en una deflagración imparable. Estas expectativas nefastas no nacen de la materia gris de comunicador alguno, sino de los propios gobernantes de esta geografía infectada de inequidades.

Ellos observan, que siguen llegando familias, en su absoluta mayoría extranjeras, Bolivia, Perú, Paraguay y en menor medida chilenas. Se preguntan, si vienen por sus propios medios, o son traídas ex profeso. El coronavirus no los frena. El hambre y la desesperación pueden más. También piensan que todo esto sería sumar más gente al descontento, que no dudaría a la hora de salir a la calle. Hay sectores de este gobierno, quizás que no representen al mismo Presidente, pero que tienen poder que adscriben a la vieja teoría de los setenta: “Mientras peor, mejor”, que se muestran impacientes.


Nadie toma intervención.

Que las fuerzas del “orden” puedan ingresar a cualquiera de las villas de emergencias, (más de 4.000 en todo el país, donde cerca de 2000 están enclavadas en la CABA y en los distintos cordones del Conurbano,) no va a ser un tema de simplicidad. El clima en dichos lugares fue acotando los espacios a donde solo llegaba la misma Gendarmería, digamos, la fuerza con mayor penetración en dichas poblaciones.
Berni, quien quiere transformarse en un Bolsonaro
Sergio Berni, quien juega por su cuenta, además diciendo que “a la única que obedece órdenes es a CFK”, todo un mensaje sobre el camino que transitamos, busca instalarse como el referente de la mano dura, especialmente para la visualización de la clase media. La más temerosa, indican. No le va a ser fácil lograrlo, no obstante, su anarquismo -perdón a los anarquistas- Juega su propia interna. Sabina Frederic, Ministra de Seguridad en el orden nacional, aparece como pintada. A él le encanta desobedecerla y ridiculizarla. Claro que la misma, no se destaca precisamente por su lucidez en la materia.
Lo dijo Ishii, ehh
Mario Ishii, antiguo Barón, de escrúpulos perdidos en su misma niñez, que tiene bajo su control la comuna de José C Paz, segundo cordón, es uno de los que anticipa que en pocos días todo estallará. A él se le responsabiliza del título que encabeza este escrito. Él ya vivió la experiencia del 2001 en el mismo cargo. Dicen, que tiene no solo un gran olfato en la materia, sino que el contacto con los sectores de mayor marginalidad no lo perdió jamás. Y su relación con el sector duro del Kirchnerismo lo mantiene aceitado. Si expone tales aseveraciones, es porque la información ya está en su poder. No se priva de contarle a la prensa lo acontecido por entonces (2001- 2002) con los saqueos, muertes, robos a manos armadas, desbordes en todos los órdenes. Es una de las zonas donde la pobreza alcanza lo más profundo del pozo, pero no es suficiente, los siguen haciendo cavar para que pocos puedan salir del mismo. Las estadísticas que marcan que el alto del podio de la indignidad y exclusión lo tiene Florencio Varela. La Matanza, es la más numerosa, también la más temida, ya que habitan allí un gran número de organizaciones sociales. Fuertes grupos piqueteros. Y no falta, desde los mismos uniformados leales a la Constitución (no demasiados), y los mismos servicios de inteligencia, remarcan que allí, “posiblemente, también estén listas algunas organizaciones armadas”.


El primer blanco podría ser el Presidente.

Alberto Fernández se mueve con la rapidez que puede para evitar mayores desembarcos a la Provincia. En su núcleo consideran que gente de su propio partido, para no entrar en eufemismos, el kirchnerismo, estaría detrás de esos traslados. No en vano el envió dinero para el IFE, a las provincias para que cada gobernador pueda mantener a sus propios necesitados, indigentes… Ya frenar a Buenos Aires sería más que complicado, ni hablar si se sumara, Santa Fe y Córdoba.
En una reunión de principios de esta semana entre los mandatarios de las distintas urbes y varios matices ideológicos, piden casi con urgencia, fuerzas de cualquier tipo. Carecen de fuerzas federales y no pocos intentan que el Ejército, no sea llevado a lo que pretende el Ministro Agustín Rossi, algo así como en el rol de jardineros, sino que se sumen a las distintas fuerzas. “Con lo que tenemos no paramos a nadie”. Son los mismos que aseguran que “existen presos liberados que ya están accionando. Saben que no encontrarán trabajo. ¿Cuál es la salida que le dejamos? Los estamos impulsando a robar. No pocos de ellos estarían con mejores armas que la propia policía, también medios de movilidad”. Casi como al descuido sospechan de dónde proviene ese dinero. Algunos de estos conceptos publicó en su última editorial la Revista Perfil, con la firma de su Director, Fontevecchia.
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La CGT agazapada
Otro interrogante es que harán las fuerzas de los trabajadores. Para quién jugaría Hugo Moyano y su gente. Si bien por el momento parece mantener relaciones medianamente calmas con la Casa Rosada, se sabe que este dirigente es tremendamente cambiante ante una llamada telefónica y recursos billeteriles en el medio.
Cada quien sabe la cantidad de negocios cerrados en su territorio. Cifras altísimas. Propietarios y empleados se mueven en la misma sintonía. Es la combinación del odio mezclado con la impotencia. Y no dejan de exponer que, si bien la cuarentena fue la puñalada final para que se cayeran las persianas, ya antes de la misma, la economía agonizaba. Las fuentes laborales desaparecen como por arte de magia. Los factores, como lo indicamos, que, según los intendentes podrían oficiar de disparadores y les quitan el sueño, es que el pico del coronavirus deje de ser una macabra promesa -que nos aísla y vuelve parapléjicos. Qué saldrá a buscar la gente a la calle, si eso acontece, no se sabe, al menos las masas lo ignoran, quienes conducen lo tienen bien en claro. El primer paso sería una ola imparable de delitos. La subsistencia no espera. Por el momento, los jefes comunales, solo se atreven a filmar la toma de casas sin terminar, dejadas por el gobierno anterior, y la usurpación de terrenos. Ya, en Buenos Aires, se tiene información de grupos armados, de 30 o 40 personas, circulando en motocicletas. Metiendo más espanto aún. No saben cómo actuar con estos facinerosos. De Buenos Aires al interior del país, solo será cuestión de horas para un contagio mucho, pero mucho más letal que el COVID 19… ¿Y después? Sería maravilloso que el título de esta acotación pasara al olvido. Solo que quienes lo dicen, de estas acciones conocen mucho… Si hasta las fabrican artesanalmente.

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