“El que engaña encontrará siempre alguien a quien engañar.” Maquiavelo
Escribe: Cristina Pablos.
“Individualmente considerada, la mediocridad podrá definirse como una ausencia de características personales que permitan distinguir al individuo en su sociedad…” “Su rasgo característico, absolutamente inequívoco, es su deferencia por la opinión de los demás…” “La sicología de un hombre mediocre se caracteriza por un riesgo común: la incapacidad de concebir una perfección, de formarse un ideal…” “Están fuera de su órbita el ingenio, la virtud y la dignidad” En el verdadero hombre mediocre la cabeza es solo un mero adorno del cuerpo…” “Es hipócrita, de temperamento vulgar, permitiéndose prosperar en la mentira…” “El que miente es traidor, conspira contra la quietud ajena, siembra inseguridad y desconfianza..” Estas frases son algunas de las que utiliza José Ingenieros en su libro “El Hombre Mediocre”
El hombre mediocre es dócil, maleable, ignorante, un ser vegetativo, carente de personalidad, contrario a la perfección, vive según las conveniencias. En su vida acomodaticia se vuelve vil y cobarde. Es una persona que no se esfuerza por sobresalir. Se desempeña en la vida con el propósito de agradar a otros por temor a perder el afecto. Actúa en la vida sin una meta clara. Recurre permanentemente a las excusas para explicar sus fracasos, sin hacerse cargo de sus responsabilidades. Se queja de todo, se victimiza. Es mentiroso hasta el punto de involucrar a otros en sus mentiras.
Creo (o estoy segura) que todas estas descripciones son aplicables al presidente Alberto Fernández. Ni bien asumió, las cosas que no le salían bien lo llevaron al “Ah, pero Macri”. Después fue la pandemia, desastrosamente manejada. Le siguió la guerra en ¡Ucrania! Terminó con la sequía, de la cual le llevó fotos al presidente estadounidense, claro, para que le creyera. Cuando fue a Rusia le ofreció a Putin ser la puerta de entrada de Rusia (y su sistema) a América Latina. Cuando fue a EEUU dijo que acordaron con Biden que ambos habían recibido países devastados por los gobiernos anteriores. No solamente que Biden no dijo eso sino que recibió un país con una excelente situación económica. Tampoco es cierto que Biden se riera de Trump.
Las mentiras de Alberto comenzaron durante su campaña presidencial, prometiendo cosas que luego no cumplió. Mintió cuando le echó la culpa a “su querida Fabiola” de la fiesta de Olivos y, si pudiera convencer a Marcos Lavagna, también mentiría con los datos del INDEC.
Alberto Fernández es un presidente que avergüenza dentro y fuera del país. Es tan mediocremente mentiroso que, en sus discursos, necesita gritar para parecer creíble.
Es el peor presidente en la historia del país en los últimos años. ¡Qué pacientes somos los
argentinos!


